La vida sedentaria, las malas posturas y los esfuerzos físicos excesivos atentan contra la salud de la columna vertebral. Sin embargo, se puede aprender a realizar movimientos y posiciones adecuadas para evitar o mitigar las dolorosas afecciones en cuello, hombros, espalda y cintura.
Eje de sostén del cuerpo, la columna vertebral tiene una curva no muy pronunciada que le permite mayor fuerza y flexibilidad y está integrada por vértebras, que son sostenidas por ligamentos y músculos. Existen numerosas situaciones potencialmente peligrosas para la salud de la columna como el sobrepeso, movimientos repetitivos, posturas forzadas, posiciones incorrectas constantes, manipulación de objetos pesados y movimientos bruscos.
Además, “en la postura corporal influyen diferentes factores, como los rasgos individuales de la personalidad, la actividad física realizada desde niños y los aspectos fisiológicos personales”, explica la licenciada María Alejandra González, kinesióloga y presidente de la Asociación Argentina de Reeducación Postural Global.
El trabajo sin descanso y la falta de actividad física pueden provocar cambios negativos en la columna que se manifiestan por:
• Dolores musculares intensos en la zona lumbar o el cuello.
• Desviaciones laterales.
• Aumento de las curvas normales.
Una actitud preventiva consiste en corregir los malos hábitos desde la infancia, adoptando posturas y movimientos adecuados en las actividades diarias, hasta que resulten espontáneos y naturales.
Los malos hábitos posturales en el trabajo pueden ocasionar lesiones que perjudican la calidad de vida y el rendimiento del individuo. El doctor Rubén Castaño, jefe del Servicio de Kinesiología del Hospital Universitario Austral en conjunto con la profesora nacional de Educación Física Ulla Hofmann, proponen pautas activas de movimiento con ejercicios de movilidad, articulación y estiramiento durante algunos minutos para prevenir los daños provocados por el sedentarismo y las malas posturas.
Ambos profesionales aconsejan:
• Evitar sostener el teléfono con la cabeza.
• Mover el monitor de lugar para evitar que la vista se dirija siempre al mismo punto.
• Levantarse regularmente y caminar al menos 10 metros. Sumar movimientos circulares con los brazos.
• Sentarse cerca del escritorio, con la espalda derecha, completamente apoyada en el respaldo de la silla y justo en frente de la pantalla de la computadora.
• Los pies deben estar apoyados en el piso.
Por otro lado, es apropiado observar los hábitos posturales de los niños en edad escolar:
• Sentarse derechos en una silla de tamaño proporcional a la mesa.
• Programar la actividad escolar para combinar posiciones de sentado, con juegos, deportes u otras actividades que requieran una actividad física.
• Para llevar el material escolar utilizar un bolso con ruedas o una mochila central apoyada en ambos hombros para que permanezca pegada a la parte superior.